domingo, 19 de abril de 2009

Por Isabel Orellana

"Lo mas importante"

Y, después... ¿qué?

Los seres humanos, en general, somos entusiastas por naturaleza. Es una cualidad formidable, necesaria para afrontar los avatares de la vida. Pero requiere constancia, tesón. Y, sobre todo, fe. Es fundamental creer que será posible alcanzar aquello que nos hemos propuesto. Pensar que es factible lograr la cota más alta en las expectativas que tenemos, es alimento para un espíritu combativo, que mantendrá el ánimo siempre despierto y activo para que no se malogre lo que nos ha cautivado en un momento dado.

Y, ¿qué puede habernos seducido en estos últimos días?, ¿qué experiencias han marcado el ritmo de nuestro corazón en algún instante de esta naciente primavera?, ¿no será, acaso, el torbellino de colores, sabores y anhelos de eternidad que ha impregnado las calles malagueñas al paso del Señor portando su cruz, y de la Madre Dolorosa?, ¿hemos sentido el estremecimiento de la tierna y doliente mirada de Cristo en un recodo del camino procesional, penetrando nuestro espíritu?…


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