domingo, 19 de abril de 2009

Por Emilio Saborido

Querida Susana :

¿Y… qué fue del efecto 2000? Créeme, mi buena miga, que a veces, muchas veces, pienso que el hombre o mujer de esta época a la que llaman “postmoderna” no es ni tan sabio, ni tan culto, ni tan bien formado, como algunos nos lo presentan. Y es que… bien sabes cuanto y cuanto “barullo” se vino liando desde meses antes del final de año de 1999. Hubo quienes difundíeron que se acercaba el fin de esta civilización por medio de grandes cataclismos, de choques de satélites, estrellas… Otros muchos que eso del “efecto 2000” haría romper todos los sistemas informáticos, influyendo en los cortes de la energía eléctrica produciéndo grandes caos en la circulación, en las viviendas, en los hospitales… y que todo ello dejaba como “un campo abonado” para el robo, el pillaje. Hubo quienes como queriendose evadir de todo esto, habían contratado, a precios impensables, la estancia en un hotel en los más “snobistas rincones de la tierra” para el paso del 3l diciembre al 1 de enero de 2000. También quienes repiteron esta experiencia valiendose de los distintos horarios en distintatas latitudes de nuestro planeta azul. Todos esos voceros o propagandistas o bien eran pseudoprofetas o estafadores refinados.

Más, nada de nada ocurrió. Llegó enero de 2000 que no dejaba de ser la repetición del igual mes del año anterior, o del otro, u otro anterior. Posiblemente, muchos de los habitantes de aquí hasta sufrieron de desencanto al no haber experimentado en sus propias carnes ninguna de las profecías bien de catástrofe, bien de un especial elixir de felicidad. Hasta los medios de comunicación nos hablaban de casi una plaga de hombres con depresión por el síndrome “fin de navidad, fin de año”.

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